Hace algunos días escribí un post sobre la fumigación en Palacio de Gobierno y las consecuencias que eso podía tener en las ratas de cuello y corbata que pupulan en las entidades públicas.
Creo que debí ir más lejos y solicitar que dicha fumigación se haga extensiva al Congrezoo Peruano (más conocido como Pozo Séptico); pues los hechos sucedidos con el caso de Tula Benites ( sobre quien pesaban los presuntos delitos de peculado, colusión y falsedad genérica, por la contratación irregular de un trabajador en su despacho.), no hacen más que justificar el grado de rechazo y asco que esta Institución genera entre millones de peruanos.
La conchudez aprista sumada a la falta de ética de esta tipa ( votó a favor suyo en un tema que por principios debió mantenerla alejada del debate) refuerzan la cada vez pésima imagen de un partido político ajeno a los intereses nacionales y que sólo sirve como plataforma para acceder al poder y hacer carrera en beneficio propio.
Creo que debí ir más lejos y solicitar que dicha fumigación se haga extensiva al Congrezoo Peruano (más conocido como Pozo Séptico); pues los hechos sucedidos con el caso de Tula Benites ( sobre quien pesaban los presuntos delitos de peculado, colusión y falsedad genérica, por la contratación irregular de un trabajador en su despacho.), no hacen más que justificar el grado de rechazo y asco que esta Institución genera entre millones de peruanos.
La conchudez aprista sumada a la falta de ética de esta tipa ( votó a favor suyo en un tema que por principios debió mantenerla alejada del debate) refuerzan la cada vez pésima imagen de un partido político ajeno a los intereses nacionales y que sólo sirve como plataforma para acceder al poder y hacer carrera en beneficio propio.
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El pleno del Congreso desestimó la acusación contra Tula Benites
En una sesión reservada, la congresista aprista acusada de la contratación de un trabajador fantasma votó a favor de su causa. Los votos en contra (del Apra) y las abstenciones terminaron por salvarla
Todo parecía indicar que Tula Benites tenía las horas contadas en su curul. Sin embargo, el pleno del Congreso rechazó la acusación constitucional contra la congresista aprista sobre quien pesaban los presuntos delitos de peculado, colusión y falsedad genérica, por la contratación irregular de un trabajador en su despacho.
La denuncia fue desestimada en la medida que no alcanzó el número de votos que se requería para su aprobación (48 en total descontando a los miembros de la Comisión Permanente). Al final solo votaron a favor de la acusación 39 legisladores, en tanto que 18 parlamentarios lo hicieron en contra y 17 congresistas se abstuvieron.
Según se informó- la sesión fue reservada- las bancadas del Partido Nacionalista, UPP y algunos legisladores de Unidad Nacional votaron a favor de la acusación. Sin embargo el número de parlamentarios que se abstuvieron terminó por frenar la denuncia. Finalmente el informe acusatorio pasó al archivo.
El congresista Yonhy Lescano (Alianza Parlamentaria) sostuvo que la congresista Benites también votó en contra de su propia acusación, en la medida que actualmente ella está en pleno ejercicio de sus funciones parlamentarias. En ese sentido, Lescano precisó que el voto de Benites vicia todo el proceso respectivo, por lo cual dijo que pedirá que se proceda a anular la votación respectiva.
No obstante, la segunda vicepresidenta del Congreso, Martha Moyano, precisó que no existe ningún dispositivo reglamentario que le impida a Benítes votar, más aún si se tiene en cuenta que la suspensión que se le impuso finalizó en los últimos días.
Por su parte, el congresista del Partido Nacionalista, Cayo Galindo, coincidió con la posición de Moyano al establecer que el reglamento sólo establece que no pueden votar los miembros de la Comisión Permanente, pero no señala nada sobre el voto de los parlamentarios acusados que están en pleno ejercicio de sus funciones.
Durante el debate que precedió a la acusación la legisladora Benites ejerció personalmente su derecho a la defensa debido a que su abogado, Joseph Campos Torres, se encontraba de viaje.
Finalizada la sesión, Benites comentó que se había dado un voto de conciencia y evitó formular mayores declaraciones a la prensa.
Fuente:El Comercio
En una sesión reservada, la congresista aprista acusada de la contratación de un trabajador fantasma votó a favor de su causa. Los votos en contra (del Apra) y las abstenciones terminaron por salvarla
Todo parecía indicar que Tula Benites tenía las horas contadas en su curul. Sin embargo, el pleno del Congreso rechazó la acusación constitucional contra la congresista aprista sobre quien pesaban los presuntos delitos de peculado, colusión y falsedad genérica, por la contratación irregular de un trabajador en su despacho.
La denuncia fue desestimada en la medida que no alcanzó el número de votos que se requería para su aprobación (48 en total descontando a los miembros de la Comisión Permanente). Al final solo votaron a favor de la acusación 39 legisladores, en tanto que 18 parlamentarios lo hicieron en contra y 17 congresistas se abstuvieron.
Según se informó- la sesión fue reservada- las bancadas del Partido Nacionalista, UPP y algunos legisladores de Unidad Nacional votaron a favor de la acusación. Sin embargo el número de parlamentarios que se abstuvieron terminó por frenar la denuncia. Finalmente el informe acusatorio pasó al archivo.
El congresista Yonhy Lescano (Alianza Parlamentaria) sostuvo que la congresista Benites también votó en contra de su propia acusación, en la medida que actualmente ella está en pleno ejercicio de sus funciones parlamentarias. En ese sentido, Lescano precisó que el voto de Benites vicia todo el proceso respectivo, por lo cual dijo que pedirá que se proceda a anular la votación respectiva.
No obstante, la segunda vicepresidenta del Congreso, Martha Moyano, precisó que no existe ningún dispositivo reglamentario que le impida a Benítes votar, más aún si se tiene en cuenta que la suspensión que se le impuso finalizó en los últimos días.
Por su parte, el congresista del Partido Nacionalista, Cayo Galindo, coincidió con la posición de Moyano al establecer que el reglamento sólo establece que no pueden votar los miembros de la Comisión Permanente, pero no señala nada sobre el voto de los parlamentarios acusados que están en pleno ejercicio de sus funciones.
Durante el debate que precedió a la acusación la legisladora Benites ejerció personalmente su derecho a la defensa debido a que su abogado, Joseph Campos Torres, se encontraba de viaje.
Finalizada la sesión, Benites comentó que se había dado un voto de conciencia y evitó formular mayores declaraciones a la prensa.
Fuente:El Comercio
1 comentario:
Excelente metáfora y muy buena entrada. El Perú no se merece este Congreso que es un asco, una verdaera porquería, como dice otro blog el pero congreso de todos los tiempos.
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