Bogotá es de las pocas grandes ciudades de América Latina que no tienen metro. Pero tiene Transmilenio, un sistema de autobuses rápidos que circulan por vías exclusivas y que desde 2007 recibe Certificados de no Emisión de Gases de Efecto Invernadero.
El sistema no solo ha reducido en una tercera parte los tiempos de desplazamiento de los pasajeros, sino que, según la empresa que lo administra, ha disminuido sustancialmente las emisiones de gases que provocan el calentamiento global, como el temible dióxido de carbono (CO2).
"Desde su inicio el proyecto se enfocó en mover más gente con menos autobuses, en que haya una programación más técnica de rutas y mejores tecnologías para que se produzcan menos emisiones (de CO2)", le explica a BBC Mundo, Jairo Fernando Páez, gerente de Transmilenio.
Páez está orgulloso de que el sistema haya sido el primero de su género en ser certificado por Naciones Unidas (ONU) en cuanto a la reducción de gases de efecto invernadero.
Un proyecto de transporte similar, que funciona en México, Metrobus, aún no ha sido avalado por la ONU.
En Bogotá los efectos del sistema son notorios. En esta ciudad circulan más de un millón de vehículos, 20.000 de los cuales son de transporte público.
Un sistema más eficiente
Desde su inicio el proyecto se enfocó en mover más gente con menos autobuses
En ese mercado, Transmilenio atiende el 25% de la demanda del transporte público de la ciudad con 1.500 grandes autobuses, mientras que 18.500 vehículos pequeños y medianos satisfacen el resto de la demanda.
Es obvio que Transmilenio es mucho más eficiente que el resto del sistema, pero los propietarios de los autobuses tradicionales tienen poder político que no hace fácil su salida del mercado.
En esta ciudad, los conductores de automóviles se quejan de las congestiones viales y de ver circulando viejos autobuses que muchas veces van semivacíos.
A diferencia de lo que sucede con el transporte público tradicional, los autobuses de Transmilenio no suelen ir vacíos. Por el contario, los usuarios se quejan por las incomodidades, sobre todo en las horas de mayor demanda. Pero la empresa promete mejorar la oferta de autobuses en el corto plazo.
De acuerdo con un reciente informe de desarrollo humano para Bogotá, avalado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Bogotá sobran unos 8.000 vehículos de transporte público.
Páez le subraya a BBC Mundo que, en los ocho años de operación de Transmilenio, han salido de circulación más de 6.000 autobuses viejos.
Leer Más...... "Un millón de toneladas de CO2 menos"
Fuente: BBC en Español
2 comentarios:
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