Este tipo no es de mi agrado, no por cuestiones personales; si no por su ideologia chovinista, irritante, y de posturas fascistas. Pero de que tiene agallas y cojones para decir las cosas, las tiene.
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Comandante Ollanta Humala pasó al retiro junto con 54 oficiales de su mismo grado.
En una carta había criticado al comandante del Ejército, acusándolo de montesinista.
Por Luis Felipe GamarraEl día de ayer se oficializó el pase al retiro de 269 oficiales de los tres institutos castrenses. La novedad fue el cese del teniente coronel Ollanta Moisés Humala Tasso, cabeza visible del etnocacerismo, a quien todavía le quedaban diez años de techo dentro del grado. Humala se levantó un 29 de octubre de 2000 en el cuartel de Locumba, Tacna, un día después de que el congresista Alberto Kouri huyera del Perú con destino a Estados Unidos, tras haber sido denunciado constitucionalmente por el Congreso de ese entonces, por corrupción de funcionarios.
La decisión de echar a Humala de los cuarteles se veía venir. Fiel a su rebeldía, no dejó respirar ni un solo día al nuevo comandante general del Ejército, general Luis Muñoz Díaz. El mismo día en que asumió el cargo, le escribió una misiva, desde su puesto en la agregaduría militar de Corea del Sur, en la cual criticaba su designación. En la carta, puso en duda la capacidad profesional de Muñoz, quien, según el texto del escrito, ascendió irregularmente al grado de general de división en una dependencia ajena al Ejército ('la salita del SIN') sin participar en una junta de selección reglamentaria. En buena cuenta, le endilgó haber sido ascendido por Vladimiro Montesinos y por José Villanueva Ruesta (entonces ministro del Interior).
TRAYECTORIA. Perteneciente a la promoción 'Héroes de Pucará y Marcavalle', del año 1984, ascendió a mayor en 1996 y a comandante en 2001. Fue dado de baja el mismo día en que se rebeló en Tacna, pero reincorporado durante el gobierno de transición. El 5 de diciembre de 2002 recibió un reconocimiento a su labor por la formulación de los proyectos de Ley de Movilización, durante su estadía en la Secretaría de Defensa Nacional del Ministerio de Defensa. Sus últimos cargos fueron como agregado militar en Francia y Corea del Sur. Actualmente cumplía su quinto año como teniente coronel. Tiene 42 años y, según la nueva Ley de Situación Militar, el límite de edad dentro del grado es de 52. Le habría correspondido pasar al retiro en el año 2016.
Solo tuvo una sanción en su legajo, interpuesta precisamente por Muñoz en 2003, quien, como inspector general del Ejército, le impuso seis días de rigor por no haberse presentado al proceso de ascensos de ese año. En este último proceso, tampoco quiso participar.
LA RESPUESTA. En el Ejército, era evidente que tras la difusión de la misiva, dada a conocer por Perú.21, la cabeza de Humala estaba en la guillotina.
"He denunciado en el 2001 a los generales montesinistas, solicitando que se les aplique la Corte de Honor. A pesar de haber hablado con todos los comandantes generales desde ese año, exigiendo una sanción ejemplar, nadie me ha respondido. Mi pase al retiro confirma que la impunidad continuará en las FF.AA.", manifestó en conversación con este diario.
Hoy enviará, desde Seúl, un comunicado en el que oficializará su participación activa en la política, dentro del Movimiento Etnocacerista.
Para el analista José Robles, esta última carta, acto similar al de su levantamiento en Locumba, significaba una provocación más para el alto mando.
"Cuando un militar, jerárquicamente de menor grado, se rebela, como lo hizo él en Tacna, sus superiores, moralmente incapaces, debieron renunciar", explica. "En este caso, a pesar de haberse referido al general Muñoz en tono moderado, se trata de un subalterno reprobando la actitud blanda de un general frente al montesinismo. Humala, en ninguna parte del texto, falta a la verdad", concluye Robles, recordando que existen dos 'vladivideos' que sustentan las denuncias hechas por Humala.
En una carta había criticado al comandante del Ejército, acusándolo de montesinista.
Por Luis Felipe GamarraEl día de ayer se oficializó el pase al retiro de 269 oficiales de los tres institutos castrenses. La novedad fue el cese del teniente coronel Ollanta Moisés Humala Tasso, cabeza visible del etnocacerismo, a quien todavía le quedaban diez años de techo dentro del grado. Humala se levantó un 29 de octubre de 2000 en el cuartel de Locumba, Tacna, un día después de que el congresista Alberto Kouri huyera del Perú con destino a Estados Unidos, tras haber sido denunciado constitucionalmente por el Congreso de ese entonces, por corrupción de funcionarios.
La decisión de echar a Humala de los cuarteles se veía venir. Fiel a su rebeldía, no dejó respirar ni un solo día al nuevo comandante general del Ejército, general Luis Muñoz Díaz. El mismo día en que asumió el cargo, le escribió una misiva, desde su puesto en la agregaduría militar de Corea del Sur, en la cual criticaba su designación. En la carta, puso en duda la capacidad profesional de Muñoz, quien, según el texto del escrito, ascendió irregularmente al grado de general de división en una dependencia ajena al Ejército ('la salita del SIN') sin participar en una junta de selección reglamentaria. En buena cuenta, le endilgó haber sido ascendido por Vladimiro Montesinos y por José Villanueva Ruesta (entonces ministro del Interior).
TRAYECTORIA. Perteneciente a la promoción 'Héroes de Pucará y Marcavalle', del año 1984, ascendió a mayor en 1996 y a comandante en 2001. Fue dado de baja el mismo día en que se rebeló en Tacna, pero reincorporado durante el gobierno de transición. El 5 de diciembre de 2002 recibió un reconocimiento a su labor por la formulación de los proyectos de Ley de Movilización, durante su estadía en la Secretaría de Defensa Nacional del Ministerio de Defensa. Sus últimos cargos fueron como agregado militar en Francia y Corea del Sur. Actualmente cumplía su quinto año como teniente coronel. Tiene 42 años y, según la nueva Ley de Situación Militar, el límite de edad dentro del grado es de 52. Le habría correspondido pasar al retiro en el año 2016.
Solo tuvo una sanción en su legajo, interpuesta precisamente por Muñoz en 2003, quien, como inspector general del Ejército, le impuso seis días de rigor por no haberse presentado al proceso de ascensos de ese año. En este último proceso, tampoco quiso participar.
LA RESPUESTA. En el Ejército, era evidente que tras la difusión de la misiva, dada a conocer por Perú.21, la cabeza de Humala estaba en la guillotina.
"He denunciado en el 2001 a los generales montesinistas, solicitando que se les aplique la Corte de Honor. A pesar de haber hablado con todos los comandantes generales desde ese año, exigiendo una sanción ejemplar, nadie me ha respondido. Mi pase al retiro confirma que la impunidad continuará en las FF.AA.", manifestó en conversación con este diario.
Hoy enviará, desde Seúl, un comunicado en el que oficializará su participación activa en la política, dentro del Movimiento Etnocacerista.
Para el analista José Robles, esta última carta, acto similar al de su levantamiento en Locumba, significaba una provocación más para el alto mando.
"Cuando un militar, jerárquicamente de menor grado, se rebela, como lo hizo él en Tacna, sus superiores, moralmente incapaces, debieron renunciar", explica. "En este caso, a pesar de haberse referido al general Muñoz en tono moderado, se trata de un subalterno reprobando la actitud blanda de un general frente al montesinismo. Humala, en ninguna parte del texto, falta a la verdad", concluye Robles, recordando que existen dos 'vladivideos' que sustentan las denuncias hechas por Humala.
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