Durante ocho años, el actual ministro de Relaciones Exteriores cobró doble sueldo entre 1996 y 2004, por un monto de 85 mil soles, mientras estuvo destacado a la Comunidad Andina de Naciones.
García Belaunde cobró doble sueldo como diplomático
Aunque usted no lo crea.
El más distraído de los cancilleres peruanos de los últimos tiempos, que se tomó un año para darse cuenta que teníamos un problema de delimitación con Chile en la zona marítima, y que comparó la franja de territorio ocupado por nuestro vecino en la línea de frontera con su chacra del norte chico, no lo es tanto cuando se trata de los ingresos que llegan a su bolsillo.
Por lo menos eso es lo que se deduce del documento cursado el 13 de diciembre de 2005 por el embajador Nicolás Roncagliolo Higueras, secretario de administración de la Cancillería, al embajador José Antonio García Belaunde, en el que le pide reintegrar 84,784.89 (ochenta y cuatro mil setecientos ochenta y cuatro soles), correspondiente a las remuneraciones abonadas entre el 26 de diciembre de 1996 y el 31 de julio del 2004, más los intereses respectivos, por haber cobrado indebidamente mientras se encontraba de licencia.
Este escrito se origina en el hecho de que García Belaunde fue designado como secretario de la Junta del Acuerdo de Cartagena (actual Comunidad Andina de Naciones-CAN), de acuerdo a una resolución firmada por el ministro de Relaciones Exteriores Francisco Tudela, durante el gobierno de Fujimori. Esta función era remunerada. Bien remunerada, como corresponde a los cargos en instituciones internacionales. Pero Joselo no tuvo reparos de seguir pasando por la caja de Torre Tagle.
Detectan irregularidades
En agosto del 2004 el embajador Luis Solari Tudela, viceministro y secretario general de la Cancillería, dirige un memorando a la secretaría de administración de la Cancillería indicando que “se han producido abonos indebidos de haberes ya que de conformidad con lo establecido en el artículo 10º de la Ley 28091 del servicio diplomático y lo dispuesto en el decreto legislativo 894, dichas licencias se conceden sin goce de haber....que se les notifique a fin de que procedan a la devolución correspondiente en el plazo legal”.
Se refería a los casos de los embajadores Enrique Román Morey, secretario general de la organización para la proscripción de las armas nucleares en América Latina y José Antonio García Belaunde de la CAN. Otros funcionarios de igual categoría que habían cumplido funciones similares no cobraron en el Perú y se limitaron a sus nuevas remuneraciones de nivel internacional.
En una consulta interna con respecto al asunto, la embajadora Nita Gamio de Barrenechea, de la oficina de asuntos legales de la Cancillería (memorando 079) se precisa: “al haberse detectado el referido pago indebido, la secretaría de administración deberá requerir expresamente su devolución y el monto requerido, adjuntando la resolución directoral expedida por el director general de desarrollo de recursos humanos por la cual se determina la respectiva responsabilidad pecuniaria, la cual es aquella obligación de origen legal y contenido patrimonial que tiene por finalidad el resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados al Estado”.
Pero don Joselo contesta de la siguiente forma: “mediante resolución ministerial se me otorgó licencia para la prestación de servicios transitorios ante la Junta del Acuerdo de Cartagena, por el tiempo que implicase la permanencia en el cargo que desempeñaría en dicho organismo internacional. Cabe señalar que en la citada resolución no se efectuó referencia alguna respecto del régimen de derechos económicos que me correspondería, es decir, no se estableció expresamente si la licencia había sido otorgada con o sin goce de haberes. Una vez concedida la licencia, el suscrito continuó percibiendo regularmente, por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, la retribución que le había sido asignada en su oportunidad. De esta forma, puede fácilmente advertirse una manifestación de voluntad por parte de dicha entidad, en el sentido de entender que la licencia había sido otorgada con goce de haberes”.
“Y no cobraron en Torre Tagle”
El canciller García Belaunde, miembro destacado del gobierno de la austeridad fiscal y la lucha contra el aprovechamiento de la función pública no sólo se hizo el loco y siguió cobrando a dos manos, sino que asume que si no es prohibido explícitamente, entonces vale. Aunque se trate de una sinvergüenzada. Un ex asesor de Torre Tagle, consultado por LA PRIMERA, opina al respecto: “no sé si hay o no una ley expresa en ese sentido, pero sí hay una obligación ética de no exaccionar, directa o indirectamente al Estado de un modo tan desvergonzado. Hay funcionarios diplomáticos que tenían igual licencia para trabajar en organismos internacionales y no cobraban en Torre Tagle, pero por lo que veo Joselo no es de ésos”.
Raúl A. Wiener Unidad de Investigación
Fuente: La Primera
No hay comentarios.:
Publicar un comentario