Una interesante columna de César Hildebrandt, que no quise dejar de compartir con Uds.
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Hace meses, el señor Hernán Garrido Lecca –cuya fortuna personal engorda cada día tanto como él adelgaza, para felicidad de sus fanáticas– le regaló más de cuatrocientos cincuenta mil metros cuadrados al club Regatas. Por supuesto, Garrido Lecca firmó como ministro de Vivienda y no como socio, que es, del club Regatas. Firmó como ambos, en resumen.
La prensa palaciega, o sea casi toda, no dijo nada al respecto porque en este país que los clubes de los ricos reciban regalos de sus socios en el gobierno (a sol 10 centavos el metro cuadrado en pleno Chosica y en el área de expansión del remanso de La Cantuta) es una cosa natural, como que los sinvergüenzas de los Agois no paguen impuestos durante años y, encima, reciban efectivo de la Sunat como pago por publicidad (contratos del 2006 y el 2007 y tratamiento preferencial para todos los efectos).
Ahora resulta que el doctor García ha presentado su solicitud para ser socio del Regatas. ¿Qué es esto? ¿Una contraprestación? ¿Parte de una promesa que Garrido Lecca le hizo a García a la hora de hacerlo firmar el papel a favor del club?
El doctor García se ha presentado como “postulante ajeno”, es decir sin vínculo familiar alguno con algún miembro del club (no es hijo ni nieto de socio y tampoco es hijo político de alguien que tenga esa membresía).
Veamos. Si al doctor García le abren las puertas del Regatas, como sin duda sucederá, deberá abonar, de entrada, 30,000 dólares, más 10% de esa cuota por cada hijo. Esto hace una suma de 48,000 dólares –incluyendo al precioso Federico Danton, que parece ser el real y comprensible motivo de esta postulación–.
Ahora bien, como el doctor García gana sólo dieciséis mil soles mensuales (¡pobre!) y tiene gastos personales que afrontar, ¿de dónde sacará 48,000 dólares para esta operación de ascenso social, para este tardío y tierno sacrificio de padre engreidor? ¿O es que el Regatas no le va a cobrar nada y lo va a declarar socio honorario por el manchado regalito de hace unos pocos meses?
Y si le cobran, ¿le pedirá un prestadito, hermanito, a Garrido Lecca, que ahora está loco por tomar el Ministerio de Transportes, donde se mueven mayúsculos intereses –incluidos los de su más que amigo Genaro Delgado Parker, que no paga canon por espectro radioeléctrico hace más de un año–? ¿O le dará un sablazo a Luis Nava, su secretario, recaudador, matón portátil y proveedor de “noticias” de la chiquita de los Agois? ¿O le harán un préstamo en Aceros Arequipa, empresa que asesora ADN Comunicaciones, exitosa entidad de la que es accionista decisiva Laurita Cáceres, la novia de la chiquita? Porque lo que es cierto es que desde que la chiquita se reúne con Alan García dos veces al mes, ADN Comunicaciones ha obtenido más y más contratos. Y el 19 de julio pasado, en un acto empresarial en el que participó Aceros Arequipa, estuvo el doctor García y quien animó la fiesta fue el distinguido señor Mario Saldaña, socio de ADN Comunicaciones, la pujante y afortunada empresa de la entrañable novia de la chiquita. (El 20 de julio, al día siguiente, Correo tituló así la fantástica noche de Laurita Cáceres, Alan García, muchos otros empresarios y la chiquita: “El país no se maneja por agitaciones ni encuestas, sostiene mandatario ante ola de críticas”. Claro, el país es manejado, de verdad, por periodistas mermeleros, presidentes que robaron y ordenaron matanzas y nunca pagaron por ello, empresarios que no pagan sus impuestos y que tienen forados inmensos y chiquitas perversiones.
Por otro lado, no es que Federico Danton no tenga acceso al Regatas. Por el lado de su mami, tiene todos los derechos del mundo y los ejerce, disfrutando de las instalaciones de verano y de invierno del Regatas. Como se sabe, en ese club, siguiendo una tradición estúpidamente misógina más bien importada, las mujeres no pueden ser socias sino usuarias y quienes tienen derecho a invitar a terceros son los hombres. Por eso es que el doctor García no podría entrar al Regatas acompañando a la señora Cheesmann. Y de allí, entonces, su urgencia de hacerse con el carné respectivo.
Lo que hace suponer que el próximo verano podremos todos disfrutar de la familia García- Cheesmann ya en completo, bajo la protección de una sombrilla, en las tumbonas del Regatas. Porque los niños son lo más importante de una revolución como la aprista, ¿verdad?
César Hildebrandt - La Primera
1 comentario:
Que según el Artículo 01º de la Ley de Playas Nº 26856, menciona que: Las playas del litoral de la República son bienes de uso público, inalienables e imprescriptibles. Se entiende como playa, el área donde la costa se presenta como plana descubierta con declive suave hacia el mar y formada de arena o piedra, canto rodado o arena entremezclada con fango más una franja no menor de 50 metros de ancho paralela a la línea de marea alta; Que según el Artículo 02º de la Ley de Playas Nº 26856, dice a la letra: Se considera zona de dominio restringido la franja de 200 metros ubicados a continuación de la franja de 50 metros descrita en el artículo anterior, siempre que exista continuidad geográfica en toda esa área; Que según el Artículo 03º de la Ley de Playas Nº 26856, dice a la letra: Las zonas de dominio restringido serán dedicadas a playas públicas para el uso de la población.
Dicho Club Regatas, incumple tal disposición legal al haber invadido la playa, haciendo privado un bien público.
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