Un artículo del siempre polémico Andrés Bedoya Ugarteche
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Siempre dije que la famosa CIDH (Corte Interamericana de Defensa de Hijueputas) estaba compuesta, en su inmensa mayoría, por criptocomunistas, terroristas cobardes y filófobos que orgasmean cada vez que ven la foto de Abimael Guzmán, amén de sinvergüenzas que han hecho de esa ridícula organización su medio de sobrevivencia. Bueno, esos “juristas” se han despojado de las togas, de los birretes y, sobre todo, de las caretas que ocultaban sus vergonzosas miserias intelectuales. Ahora aparecen como lo que verdaderamente son: una Corte de los Milagros del desfasado izquierdismo mundial, un muestrario de la estolidez política, un acopio de inútiles que ni siquiera los respetan en sus propios países, una abyecta crestomatía de farineros y proscritos injusticieros que nada tiene ya que hacer en este planeta. Todo el mundo ha leído la última y ya famosa “resolución” que ese florilegio de cretinos ha vomitado en contra del Estado peruano, en la que ensalzan el espíritu grandioso de los terroristas, ignoran sus sangrientas degollinas y exigen que se pague a sus familias enormes cantidades de dinero, amén de construirles un monumento para conmemorar sus fechorías disfrazadas de “actos gloriosos”. Esa ignominia sólo cabe en los fosilizados cerebros de los tenebrosos integrantes de esa cloaca de la justicia llamada CIDH? ¿Acaso no sabemos que esa gentuza, cada vez que escupe una resolución utiliza una plantilla ya impresa con antelación y en la que los terroristas son “buena gente” y los estados unos criminales? ¿No hemos notado cómo su estilo literario es copia al carbón de nuestra propia náusea, la Comisión de la Verdad y la Restauración de Sendero? ¡Por Dios Santo! ¿Cuánto tiempo nos va a tomar reconocerlos por sus obras? ¡Ya pues, Alan! Es la hora del exorcismo. Deja de ser tan hamletiano. Hasta ahora tus comentarios como que están en el “round de estudio”. Ya es tiempo que retires a tus peones, a tus banderilleros y a tus picadores, y entres a matar, que para eso eres el Espada elegido por nosotros (o eso creemos). Las encuestas te favorecen. Recuerda que si algo bueno hizo Fujimori en toda su vida fue liquidar al terrorismo y mandar a la mierda a la Corte de San José. Si quieres, me ofrezco a redactar la nota en la que el Estado peruano se retira –sin condiciones y sin excepciones– de ese malhadado remedo de areópago. Y si me lo permites, terminaría la misiva a su presidente, reemplazando el hipócrita y aburrido “Dios guarde a usted” por esa interjección tan cara a los argentinos: “¡Andáte a la puta que te parió!” Hasta más vernos.
ANDRéS BEDOYA UGARTECHE :: La Ortiga
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