Un artículo de la pluma del Genial Pedro Salinas
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No se olviden que fuimos nosotros los que acabamos con la dictadura”, acotan, cada cierto tiempo, algunos oficialistas con aire de francachela. Cabeza de lava, entre ellas. Y se la creen. De tanto repicar el sonsonete. Nos quieren vender estos posturitas de tomo y lomo que la democracia fue derrotada por Toledo y su pinche partido.
Leo uno de los primeros pronunciamientos de rechazo al autogolpe de abril de 1992, y ahí están, impresos, entre muchos, los nombres de César Rodríguez Rabanal, Javier Sota Nadal, Anel Townsend, Fernando y Susana Villarán, Luis Iberico.
En ningún lado el de Toledo y Endora. Veo otros similares, y aparecen Juan de la Puente, Pedro Francke, entre otros. En ningún sitio el de Toledo y su dama escarlata.
Se produce el arresto de los oficiales institucionalistas del 13 de noviembre, y reclaman su libertad Carlos Basombrío, Fernando de la Flor, Harold Forsyth, Gloria Helfer, Nicolás Lynch, Fernando Olivera, Henry Pease, Ángel Delgado, Gustavo Mohme, entre centenares de nombres. En ninguna parte veo el apellido Toledo ni Karp.
Se crea el Foro Democrático para defender la democracia, y lo respaldan Alberto Borea, Luis Chuquihuara, Aurelio Loret de Mola, Fernando Rospigliosi, Ricardo Vega Llona, entre varias decenas de personalidades. No hay Toledos ni Elianes.
Pasa el tiempo y la lucha por la recuperación democrática, como ha esclarecido Nicolás Lynch, poniendo las cosas en su sitio, pasa por diversos momentos, y es avivada por otros movimientos antiautoritarios, como el Comité por el NO, y luego el Comité Cívico por la Democracia, en los que también están ausentes Toledo y su cónyuge.
Y así hasta la Marcha de los Cuatro Suyos, la última etapa, impulsada por Carlos Bruce y Gustavo Gorriti, donde recién, después de más de ocho años, asoma su cabezota quien con paños tibios quería “construirle el segundo piso al fujimorismo”.
Entonces, no me vengan con que Toledo y Eliane “acabaron con la dictadura”. De tanto repetirlo, estos Goebbels de tecnopor nos quieren cincelar en el cerebro un error, un dato falso, una mentira decorada de merengue.
Pero algunos tenemos memoria. Y jamás olvidaremos cómo unos aprovechados se farrearon la esperanza de un país para sus fines personales. Expropiadores, les llama Lynch. Pues eso.
Leo uno de los primeros pronunciamientos de rechazo al autogolpe de abril de 1992, y ahí están, impresos, entre muchos, los nombres de César Rodríguez Rabanal, Javier Sota Nadal, Anel Townsend, Fernando y Susana Villarán, Luis Iberico.
En ningún lado el de Toledo y Endora. Veo otros similares, y aparecen Juan de la Puente, Pedro Francke, entre otros. En ningún sitio el de Toledo y su dama escarlata.
Se produce el arresto de los oficiales institucionalistas del 13 de noviembre, y reclaman su libertad Carlos Basombrío, Fernando de la Flor, Harold Forsyth, Gloria Helfer, Nicolás Lynch, Fernando Olivera, Henry Pease, Ángel Delgado, Gustavo Mohme, entre centenares de nombres. En ninguna parte veo el apellido Toledo ni Karp.
Se crea el Foro Democrático para defender la democracia, y lo respaldan Alberto Borea, Luis Chuquihuara, Aurelio Loret de Mola, Fernando Rospigliosi, Ricardo Vega Llona, entre varias decenas de personalidades. No hay Toledos ni Elianes.
Pasa el tiempo y la lucha por la recuperación democrática, como ha esclarecido Nicolás Lynch, poniendo las cosas en su sitio, pasa por diversos momentos, y es avivada por otros movimientos antiautoritarios, como el Comité por el NO, y luego el Comité Cívico por la Democracia, en los que también están ausentes Toledo y su cónyuge.
Y así hasta la Marcha de los Cuatro Suyos, la última etapa, impulsada por Carlos Bruce y Gustavo Gorriti, donde recién, después de más de ocho años, asoma su cabezota quien con paños tibios quería “construirle el segundo piso al fujimorismo”.
Entonces, no me vengan con que Toledo y Eliane “acabaron con la dictadura”. De tanto repetirlo, estos Goebbels de tecnopor nos quieren cincelar en el cerebro un error, un dato falso, una mentira decorada de merengue.
Pero algunos tenemos memoria. Y jamás olvidaremos cómo unos aprovechados se farrearon la esperanza de un país para sus fines personales. Expropiadores, les llama Lynch. Pues eso.
Pedro Salinas
patentedecorso@terra.com.pe
2 comentarios:
Se te viene el spam choche ...
Sobre el artículo, sí esta bueno, bastante mejor que otros en los que solo desata su lengua fustigante llena de adjetivos pero sin poca base.
Acá si documenta los años previos al final del fujimorismo, en los que también hubo lucha y resistencia. Los Toledo solo entraron para hacer su campaña, y cuando vieron que las cosas iban por el antifujimorismo recién se subieron al coche.
Pero el estilo de Salinas no es lo que dice objetivo y ecuánime, precisamente. Cae en esa categoría de "columnistas con esteroides" que alguien acuñó por ahí.
Saludos.
Esta Claro que este blog derrama una parcialidad que rebasa el exceso. Decir Pluma Genial a Los Artículos de Salinas que se ha subido al coche de lo fácil, de la unión hace la fuerza, todos contra el cholo, seguir echando barro, lo que vende papa es la critica asquerosa al gobierno de turno, ahora gracias a su "pluma genial" nos hace recordar algo del que ya sabemos mucho, no es noticia nueva ni siquiera las declaraciones que nosotros tumbamos la dictadura, que ya hace mucho tiempo no lo escuchábamos pero allí esta el genial de pedrito para hacernos recordar, pues se le acaba el tema no sabe de que mas escribir que este refrito, dedicarle todos los artículos del año a un gobierno como este a veces es increíble que se acaben los temas y volver a los mismo de antes. Es una total falta de imaginación para la genialidad de un articulista, periodista, creador de esos bodrios álbum de fotos y Mateo no se que numero con el que termino su intento de sacar su diploma de genio de la pluma, escribí el articulo mas jodido, para joder mas, al fin al cabo todos joden, todos no pueden ser Barnechea. Pero que buen alumno de Tafur a ver si vemos la transformación del moustro desde el primer articulo en Correo hasta el ultimo en ese diario que dizque de primera, de ser un muchachin aburridon (adjetivo que le encanta, ah también los chocolates sublime que tanto le encanta) en donde intentaba ser un articulista imparcial (para lo que no tiene genio, como que hacer llorar siempre será mas fácil que hacer reír) hasta sus últimos articulista que rayan en el bufalismo.
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